¡Se
nos fue Cerebrito y La Chata! El miércoles 2 de mayo, en horas de la
tarde se cerraron los hermosos ojos verdes, de una extraordinaria
actriz, que nos dejo, no solo un inmenso
legado de su infinito arte y talento, si no también una lección de
vida. Lourdes Valera, fue una guerrera, que hasta el último momento,
batalló sin excusa y con guáramo, contra un flagelo, que se ha llevado
centenares de vidas valiosas, en plenitud de ella, como lastimosa y
tristemente nos tocó despedirnos de Lourdes Valera. Venezuela la llora
y la aplaude de pie. Porque sin apasionamientos y patriotismo, la
“Cerebrito” de Cristal, “La Chata” de Ciudad Bendita y “Rosita” en Las
dos Dianas, era y seguirá siendo eternamente, una de las mejores
actrices del medio artístico internacional.
Nace en Caracas un 15 de junio de 1963, se inició en las artes escénicas a temprana edad con el grupo de teatro de su colegio. En 1979 incursionò en la pantalla chica en el emblemático programa humorístico de nuestra TV, Radio Rochela de RCTV, donde hizo la mayor parte de su carrera y se dio a conocer. En año 1983 actúa en la telenovela “Leonela” y de allí, cada uno de los papeles asignados a esta actriz, fueron realizados por ella, con ese sello característico de su talento, que era la versatilidad y pasión por la profesión. Ningún papel de Lourdes Velera, se parecía a otro. Siempre preocupada por darle a cada personaje vida propia, gestos y apariencia distinta. Prestaba su cuerpo, su cabello, voz y expresión a cada papel, sin preocuparse en verse bonita o no. A ella le preocupaba era verse y proyectarse “Actriz ¡Y vaya si lo logró! Inmensa en su talento y grande como ser humano, quienes tuvimos la bendición de conocerla de cerca.
También periodista…
Valera obtuvo el título de Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, su último trabajo en la pantalla chica lo realizó en la telenovela “El Árbol de Gabriel”, que transmite Venevisión como “Bárbara Miranda” encarnando a la hermana de Magdalena (Daniela Bascopé) Allí, a pesar de dar clara evidencia de los efectos secundarios del tratamiento que seguía por la enfermedad que la aquejaba desde el año 2008, no dejó nunca de brindarnos su magia. El cáncer apagó su vida, pero no pudo, ni podrá matar su talento. Ella es y seguirá siendo Lourdes Valera “Lulú” como le gustaba la llamaran y la recordaremos siempre.
En su impecable carrera profesional figuran las producciones dramáticas: “Elizabeth”, “Cristal” “Roberta”, “Señora”, “Leonela”, “Topacio”, “Las dos Dianas”, “Cruz de nadie”, “El paseo de la gracia de Dios”, “La Vida Entera”, “Ciudad Bendita”, “Se Solicita Príncipe Azul”, “Cosita Rica”, “Las González”, “Guerra de Mujeres”, “Amantes de Luna Llena”, “Enséñame a Querer”, “El País de Las Mujeres”, “Contra Viento y Marea” , “La Llaman Mariamor” y más recientemente “El Árbol de Gabriel”.
Figura emblemática del cine venezolano
En el cine Lourdes Valera se destacó notablemente de la mano de Films como “Patas Arriba” (2011), “Taita Boves” (2010), “El Enemigo” (2008), “13 Segundos” (2007) “Rosa De Francia” (1995), “Desnudo Con Naranjas” (1994). Asimismo en las tablas son memorables sus actuaciones en obras como “Sólo Dementes”, ““ Toc Toc” y “A 2,50 La Cuba Libre”.
Agradecida en vida
Habló siempre de su padecimiento y agradeció en vida a todas aquellas personas que la acompañaron en todo este proceso y por qué no decirlo… pesadilla que vivió. Pero que también le sirvió a ella y a quienes la acompañaron, a valorar la vida y sentirse como una vez ella misma me confesó: “Un milagro de Dios” Ciertamente Lourdes, eso fuiste, eres y serás ¡Un milagro de Dios!
Pero para su compañero de vida, con el cual vivió dos décadas de amor, tuvo palabras hermosas de agradecimiento. Esto se lo declaró a la periodista Natalia Brand en el año 2009.
“Mi esposo (Luis Alberto Lamata) y yo tenemos 18 años juntos, pero creo que el cáncer nos unió más en todos los sentidos. Cuando se enteró del diagnóstico me dijo: 'Vas a ver, Lulú. Vamos a llegar a viejitos. No sé cómo, pero ya verás'. Si en las noches me quejaba de dolor, me abrazaba y velaba mi sueño. Y siempre hizo todo para que comiera. Debido a las radiaciones, llegué a perder seis kilos porque no podía tragar nada y él se inventaba cosas. Llegó hasta a hacerme papillas de paté (mi plato favorito) para que comiera algo. Gracias a él, tragar se convirtió en un acto de amor. Ahora que pasó, aprendimos a valorarnos y a respetarnos más, porque estamos más conscientes de la muerte”.
A casi dos semanas de su fallecimiento, quienes admiraron su gran talento y profesionalismo, con lágrimas en los ojos siempre recordarán con gran admiración a Lourdes Valera.
Diego Kapeky: “Gracias por el cariño, la amistad y por tu apoyo a mi labor. Yo te admiro más y siempre te lo dije y hoy te lo reitero. Hasta pronto amiga y descansa en paz”.
Trabajo Especial
Cortesía | Diego Kapeky / @DiegoKapeky
Nace en Caracas un 15 de junio de 1963, se inició en las artes escénicas a temprana edad con el grupo de teatro de su colegio. En 1979 incursionò en la pantalla chica en el emblemático programa humorístico de nuestra TV, Radio Rochela de RCTV, donde hizo la mayor parte de su carrera y se dio a conocer. En año 1983 actúa en la telenovela “Leonela” y de allí, cada uno de los papeles asignados a esta actriz, fueron realizados por ella, con ese sello característico de su talento, que era la versatilidad y pasión por la profesión. Ningún papel de Lourdes Velera, se parecía a otro. Siempre preocupada por darle a cada personaje vida propia, gestos y apariencia distinta. Prestaba su cuerpo, su cabello, voz y expresión a cada papel, sin preocuparse en verse bonita o no. A ella le preocupaba era verse y proyectarse “Actriz ¡Y vaya si lo logró! Inmensa en su talento y grande como ser humano, quienes tuvimos la bendición de conocerla de cerca.
También periodista…
Valera obtuvo el título de Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, su último trabajo en la pantalla chica lo realizó en la telenovela “El Árbol de Gabriel”, que transmite Venevisión como “Bárbara Miranda” encarnando a la hermana de Magdalena (Daniela Bascopé) Allí, a pesar de dar clara evidencia de los efectos secundarios del tratamiento que seguía por la enfermedad que la aquejaba desde el año 2008, no dejó nunca de brindarnos su magia. El cáncer apagó su vida, pero no pudo, ni podrá matar su talento. Ella es y seguirá siendo Lourdes Valera “Lulú” como le gustaba la llamaran y la recordaremos siempre.
En su impecable carrera profesional figuran las producciones dramáticas: “Elizabeth”, “Cristal” “Roberta”, “Señora”, “Leonela”, “Topacio”, “Las dos Dianas”, “Cruz de nadie”, “El paseo de la gracia de Dios”, “La Vida Entera”, “Ciudad Bendita”, “Se Solicita Príncipe Azul”, “Cosita Rica”, “Las González”, “Guerra de Mujeres”, “Amantes de Luna Llena”, “Enséñame a Querer”, “El País de Las Mujeres”, “Contra Viento y Marea” , “La Llaman Mariamor” y más recientemente “El Árbol de Gabriel”.
Figura emblemática del cine venezolano
En el cine Lourdes Valera se destacó notablemente de la mano de Films como “Patas Arriba” (2011), “Taita Boves” (2010), “El Enemigo” (2008), “13 Segundos” (2007) “Rosa De Francia” (1995), “Desnudo Con Naranjas” (1994). Asimismo en las tablas son memorables sus actuaciones en obras como “Sólo Dementes”, ““ Toc Toc” y “A 2,50 La Cuba Libre”.
Agradecida en vida
Habló siempre de su padecimiento y agradeció en vida a todas aquellas personas que la acompañaron en todo este proceso y por qué no decirlo… pesadilla que vivió. Pero que también le sirvió a ella y a quienes la acompañaron, a valorar la vida y sentirse como una vez ella misma me confesó: “Un milagro de Dios” Ciertamente Lourdes, eso fuiste, eres y serás ¡Un milagro de Dios!
Pero para su compañero de vida, con el cual vivió dos décadas de amor, tuvo palabras hermosas de agradecimiento. Esto se lo declaró a la periodista Natalia Brand en el año 2009.
“Mi esposo (Luis Alberto Lamata) y yo tenemos 18 años juntos, pero creo que el cáncer nos unió más en todos los sentidos. Cuando se enteró del diagnóstico me dijo: 'Vas a ver, Lulú. Vamos a llegar a viejitos. No sé cómo, pero ya verás'. Si en las noches me quejaba de dolor, me abrazaba y velaba mi sueño. Y siempre hizo todo para que comiera. Debido a las radiaciones, llegué a perder seis kilos porque no podía tragar nada y él se inventaba cosas. Llegó hasta a hacerme papillas de paté (mi plato favorito) para que comiera algo. Gracias a él, tragar se convirtió en un acto de amor. Ahora que pasó, aprendimos a valorarnos y a respetarnos más, porque estamos más conscientes de la muerte”.
A casi dos semanas de su fallecimiento, quienes admiraron su gran talento y profesionalismo, con lágrimas en los ojos siempre recordarán con gran admiración a Lourdes Valera.
Diego Kapeky: “Gracias por el cariño, la amistad y por tu apoyo a mi labor. Yo te admiro más y siempre te lo dije y hoy te lo reitero. Hasta pronto amiga y descansa en paz”.
Trabajo Especial
Cortesía | Diego Kapeky / @DiegoKapeky
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